Cuando antes de entrar, uno de los directivos de la escuela me dijo te vas a caer de "espaldas" -digámoslo así- refiriéndose a la muestra de trabajos del proyecto institucional que todo el jardín había hecho con mi libro Alguaciles, creí que exageraba.
Hacía días que consultábamos con Diego Moscato, el ilustrador, acerca de qué íbamos a hacer allí, para prepararnos a compartir con los niñ@s el proceso de creación del libro. Las respuestas eran escuetas y casi que estábamos preocupados, pero comprendimos después que querían sorprendernos y vaya que lo hicieron.
No es mucha mi experiencia en visitas a escuelas y no son muchas las escuelas que elijan un libro de poesía en educación inicial, saliendo de la seguridad de la rima, y arriesgándose a la cadencia lenta de este poema narrativo que sin llegar a serlo en la teoría, nos trasporta al clima del haiku.
Para no estar fuera de tono, la lluvia nos acompañó hasta Florencio Varela a compartir el camino de lectura de todo turno mañana y turno tarde de salas de 3, 4 y 5 años.
Lo que encontramos cuando llegamos es algo que difícilmente olvidaré. Cientos de niños en ambos turnos, vestidos de Alguaciles. No estaban disfrazados, eran alguaciles, me explicaron. Trajes comprados, fabricados, con materiales, con ingenio, con tiempo, con cariño, en el que padres e hijos participaron.
Cada sala, cada pasillo, cada pared, con un abordaje sobre la obra. Desde la plástica, desde la biología, desde los tipos textuales, desde cada arista que abriera al juego, o que simplemente abriera.
Estuvieron invitados y asistieron gran cantidad de padres y madres que acompañaron a sus hijos y con quienes compartimos una charla sobre mediación y poesía para seguir multiplicando prácticas y saberes sobre la experiencia poética en un enriquecedor intercambio.
Graciela Montes en Ilusiones en conflicto de La frontera indómita, reflexionando sobre la relación Literatura y escuela, se pregunta ¿El contacto con la literatura en la escuela induce, prepara, ensancha, promueve, energiza, despierta el contacto con la literatura en la vida diaria?
(...) A la escuela la sorprende y la sobresalta la literatura, no sabe bien dónde ponerla, qué hacer con ella; a veces parece que la llevara en brazos como un paquete engorroso, trastabillando con él, dejándolo caer un poquito por cualquier sitio.
Pero en esta delicada relación hay escuelas que sí saben. Que proponen la literatura como lo diverso, como lo casual, como lo gratuito. "La literatura acompañada por el arte todo, por el equipaje simbólico de la cultura y por el juego."
*Las fotos de los niños están autorizadas.
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