martes, 24 de julio de 2018

La literatura tiene que roer

Lauchas

Iris Rivera
Fernando Falcone
Ediciones SM
El barco de vapor/ Serie Roja


Hace poco más de un año, Iris Rivera nos ofreció a algunos talleristas leer el manuscrito de su primera novela. No el libro impreso, no una prueba de galera, el original para ser corregido, para sumar ojos; con la humildad de quien se deja mirar por sus alumnos.
A mí, que soy muy tempranera, la lectura me acompañó los amaneceres tardíos del otoño, con mate en la cama y a la luz de la netbook. El libro en cuestión ya se llamaba Lauchas.

Para quien no conozca el barrio de Constitución esta novela es un mapa. Un plano de plazas, terminales, edificios, hospitales y hasta semáforos. Un plano de calles y techos, por arriba y por abajo; una pintura, como las ilustraciones de Fernando Falcone.

Si el lector no fue atrapado por el detalle de la cartografía, este libro es también una enciclopedia naturalista. Se despliegan por sus páginas flora y fauna entre roedores, zorzales, pajaritas, árboles, pinos, margaritas, aves del paraíso y especies varias.

Lo que sí debo avisar es que en lo que no hay mapa, guía o fórmula, es en el uso del lenguaje. Entre Pino y Aníbal las palabras tienen el sentido de su fonética, como se escuchan se entienden y así el operador "opera", una derivación "derriba" y una transfusión te "transfunde". Un trabajo minucioso, humorístico y sensible, que juega todo el texto con la literalidad de la palabra.

Lauchas es un mapa en muchos sentidos y fundamentalmente en el seguimiento de las vidas de los protagonistas por las calles y por los años, por los techos y por los vínculos, por lo particular y por lo general, porque hay una trama social, una cuadrícula común a todos, un dibujo que nos muestra.

Apenas lo terminé, supe que a pesar de su naturaleza rastrera, estas Lauchas estaban destinadas a volar alto y así ha sido, resultando Destacado ALIJA 2017 en la categoría novela infantil.

Me recuerdo hoy, aquellas mañanas, bajo ese extraño efecto de llorar y reír al mismo tiempo. De no poder explicar por qué uno llora, por qué uno ríe. 
Llorar, reír, roer... eso que la literatura nos hace.


www.facebook.com/iris.rivera.374?ref=br_rs
www.fernandofalcone.com.ar
www.smliteratura.com.ar/